Antonio Machado

Antonio Machado fue un poeta español nacido en Sevilla, el 26 de julio de 1875. Su padre, Antonio Machado Álvarez, era un reconocido periodista experto en folclore, mejor conocido como Demófilo (afín al pueblo). Su madre, Ana Ruiz, era hija de confiteros.

Primeros años

Su primera educación estuvo compartida entre Sevilla y Madrid, adonde se mudó con sus padres y su abuelo paterno. En la capital cursó estudios en la entonces novedosa Institución Libre de Enseñanza. Sin embargo, la economía familiar estaba en mal estado. Las muertes casi simultáneas de su padre y de su abuelo, dejaron a la familia muy escasa de recursos.

Antonio y su hermano Manuel se dedican entonces a hacer vida dentro del universo artístico y bohemio de Madrid. Antonio trabajaba de extra en una compañía teatral. Así fue haciendo vida, viajando a París y regresando a Madrid, conociendo a diversas personalidades del mundo, no sólo artístico sino literario de aquellos días, figuras como Pío Baroja y Oscar Wilde. Hasta que con el advenimiento del nuevo siglo, logra publicar su primer libro, Soledades, en el año 1903.

Acontecimientos destacados

Ya había publicado un segundo libro cuando decidió establecerse como maestro en Soria. Allí también conoció y se casó con la que debía ser su compañera de vida, Leonor Izquierdo. Comienza en Machado una transformación hacia una poesía centrada en la España rural. Tres años después de la boda, Leonor enferma y muere, y la tristeza de Machado profundiza su introspección hacia su tierra. Deja Soria, y acepta un cargo docente en Baeza, donde no pudo adaptarse al modo de vida que le rodeaba.

Mudado a Segovia, retoma un poco la vida bohemia junto a su hermano, en virtud de la cercanía con Madrid. Ya célebre, se le otorga la membresía en la Real Academia Española de la Lengua, pero no la acepta. En esos años entabla una muy comentada, y nunca aclarada relación con una dama de sociedad llamada Pilar de Valderrama. Esta dama, según ella misma reconoció, era el personaje detrás de un poema de Machado llamado Guiomar.

En lo político, Machado acogió con beneplácito el ascenso de los republicanos al poder. Pudo radicarse en Madrid, dictando clases de francés, y organizando a petición del Gobierno, el llamado Teatro Popular, en el marco de un proyecto educativo llamado Misiones Pedagógicas. Fue una época que para el poeta significó un período de esperanza, si bien durante esa década se estaba gestando un conflicto que estallaría de manera cruel años más tarde.

Últimos años

La tensión en España crecía de manera vertiginosa, dado que republicanos y nacionalistas no encontraban entendimiento. Cuando estalla la Guerra Civil en 1936, Machado se ve en la necesidad de abandonar Madrid junto con el resto de su familia, incluida su ya anciana madre. Ante la escalada del conflicto, emigran a Rocafort y luego a Barcelona, pero pronto se hace necesario salir de España. Para comienzos de 1939, ya casi con el país en manos de los nacionalistas, Machado sale con su familia y algunos amigos como refugiado hacia Francia, y se instalan en Colliure. Fue un viaje lleno de penurias, y Machado no sobrevivió siquiera un mes. Falleció el 22 de febrero de 1939, siendo sepultado en el cementerio de la localidad.

Legado

En un acto de retaliación política, Machado fue expulsado después de muerto del cargo que ocupó en el Instituto Cervantes, aunque le fue restaurado el cargo cuarenta años después. Fue un poeta, que según él mismo, vivía con sentimientos encontrados hacia España, de amor y esperanza, junto con tristeza y resignación.

Entre los principales trabajos de poesía de Antonio Machado destacan: Soledades (1903), Campos de Castilla (1912), Nuevas canciones (1924), La tierra de Alvargonzález (1933), Juan de Mairena (1936), La guerra (1937), entre otros.

En cuanto a teatro, destacan: Desdichas de la fortuna, también conocida como Julianillo Varcárcel (1926), Juan de Maraña (1927), Las adelfas (1928), La Lola se va a los puertos (1929), La prima Fernanda (1931) y La duquesa de Benameji (1932).

Fuera de España, el trabajo más conocido de Machado se halla en el homenaje que el catalán Joan Manuel Serrat le hizo en la pieza “Cantares”.