Bichón Boloñés

El bichón boloñés es una antigua raza italiana, originaria de la ciudad de Bolonia, que, a pesar de haber estado en peligro de extinción varias veces, tenía entre sus admiradores a nobles y gobernantes de toda Europa. El rey de España, Felipe II, lo definió como «el regalo más majestuoso que se le pueda hacer a un emperador», y Catalina la Grande de Rusia tuvo muchos ejemplares que llamaba «Franzuska-bolonka”.

Entre sus características podemos destacar que es un perro recogido y compacto, con cráneo de forma ovoide, hocico un poco más corto que el cráneo, stop bastante pronunciado, trufa negra, ojos bien abiertos, situados en un plano subfrontal (con iris de color ocre oscuro), y orejas de inserción alta, largas y colgantes.

La cola está situada en la línea de la grupa y se curva sobre la espalda. El pelo es largo en todo el cuerpo, siendo más corto sobre el hocico; nunca es liso y forma mechones, pero no flecos. El color es blanco puro, sin manchas ni tonalidades blanquecinas. La altura a la cruz es de 27 a 30 cm en los machos y de 25 a 28 cm en las hembras, con un peso entre 2,5 y 4 kg.

El pichón boloñés tiene todas las cualidades de un perro de compañía. Cuando vive en familia es muy cariñoso, sintiéndose muy unido a todos los miembros que la forman. A veces puede llegar a ser un poco empalagoso. Es fácilmente manejable, lo que le hace un perro muy adecuado tanto para personas mayores como para niños, con los que le encanta jugar; en cambio, con los extraños es bastante reservado.

A pesar de ser un buen centinela, en general ladra poco, nunca muerde y convive pacíficamente con otros perros o animales domésticos. Es inteligente y está predispuesto al adiestramiento. Aunque es sensible y educado, conviene tener siempre en cuenta sus peculiaridades.

Aunque es de talla pequeña, es un perro activo, que pueden acompañar a su dueño a todas partes, incluso en largos paseos o excursiones.

En cuanto a su salud del bichón boloñés, la lacrimación excesiva puede causar una coloración oscura en el ángulo óculo-nasal, por lo que la zona debe limpiarse regularmente con agua boricada o jabones especiales.