Bichón Frisé

Los orígenes del bichón frisé son inciertos. Los franceses argumentan que deriva del bichón maltés, y los belgas que es una raza autóctona, mientras que hay quienes sostienen un origen español ya que hacia el año 1500 era conocido como “Perro de Tenerife». Y algunos creen que es una evolución del boloñés.

Entre sus principales características destaca que es un perro pequeño, con la cabeza en armonía con el cuerpo, stop no muy marcado, trufa negra, ojos redondos y oscuros, orejas colgantes y cubiertas de largos pelos finamente enrizados.

Raza bichón frisé

La cola del bichón frisé está implantada un poco más abajo de la línea dorsal, y normalmente la lleva levantada y curvada. El pelo, blanco puro, es rizado, con finos tirabuzones que recuerdan a la cabra de Mongolia, de 7 a 10 cm de longitud. La altura a la cruz no supera los 30 cm.

Es un perro activo, fácilmente adaptable y muy sensible a los estados de ánimo de su dueño, pero también astuto. Es muy inteligente y, por tanto, fácil de adiestrar y educar.

Al ser de carácter alegre y juguetón, incluso en la vejez, es adecuado para vivir con familias en las que hay niños pequeños. Se relaciona fácilmente con los extraños y convive sin problemas con otros perros y animales domésticos.

El bichón frisé siempre es alegre, divertido, positivo y juguetón: un verdadero antídoto contra la melancolía. Aunque a veces es un poco testarudo y no siempre quiere obedecer lo que se le ordena.



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