Boyero de Berna
El boyero de Berna es el más grande de los boyeros suizos y, en el pasado, en los Alpes Berneses y en toda la región de Berna, hacía un poco de todo, desde guardar la propiedad a proteger los carros de remolque de leche y a la defensa de la familia y el ganado. Originalmente fue llamado Dürrbáchler, por Dürrbach, en el cantón de Berna, donde estaba especialmente extendido. Es a principios del siglo XX cuando se asumirá su actual denominación.
Entre sus características destaca que es un perro de talla mediana-grande, robusto y ágil, armonioso y bien proporcionado, con cuerpo más compacto que alargado. La cabeza es robusta, el stop está bien marcado, sin ser demasiado pronunciado, la trufa es negra y el hocico fuerte. Los ojos tienen forma almendrada y son de color marrón oscuro, las orejas están implantadas altas y son de tamaño mediano y de forma triangular.
La cola es larga, llegando por lo menos hasta el corvejón, y está bien cubierta de pelo. El pelo es largo y brillante, liso o ligeramente ondulado; el color de base es negro azabache, con manchas intensas marrón rojizo en las mejillas, sobre los ojos, en las extremidades y en el pecho. La altura a la cruz para los machos es de 64 a 70 cm, para las hembras 58-66 cm.
El boyero de Berna es un perro muy equilibrado, bueno y afectuoso con todos los miembros de la familia, muy seguro de sí mismo y pacífico con los extraños. Se integra fácilmente en el grupo, ofreciendo a todos su cariño. Con los niños es protector, tiene mucha paciencia y le encanta jugar con ellos.
No es nada hiperactivo y tiene una marcada tendencia a la tranquilidad. Si es necesario, puede ser un buen guardián, que protege la propiedad de un modo instintivo. Su educación no es difícil, porque su objetivo en la vida es hacer feliz a su compañero humano y colaborar con él.
A pesar del tamaño del boyero de Berna, no debe ser relegado todo el día a un jardín porque necesita sentirse parte integrante de la familia.
