La Batalla de Waterloo

La Batalla de Waterloo es el nombre por el que se conoce un enfrentamiento militar entre el Imperio Francés y la Séptima Coalición (principalmente británica, alemana y rusa).

Las acciones tuvieron lugar, según historiadores modernos, cerca de Brainne d’Alleud y Plancenoit, en Bélgica, el 18 de junio de 1815. Waterloo, unos pocos kilómetros al norte, fue la ciudad donde los vencedores redactaron el informe de la batalla.

Antecedentes

El Imperio Francés, que había comenzado con éxito innegable, ya daba muestras de evidente desgaste: las largas y costosas guerras, el carácter intolerante del gobierno, además de la desastrosa campaña rusa, habían obligado a Napoleón Bonaparte a abdicar en 1814, para ser exiliado a la Isla de Elba. Sin embargo, el gobierno posterior de Luis XVIII, no tuvo mejor desempeño.

Protagonistas

Los protagonistas principales fueron el Emperador Napoleón Bonaparte, al mando del ejército francés, y Arthur Wellesley, Duque de Wellington, que dirigió la Coalición.

Causas de la Batalla de Waterloo

Bonaparte aprovechó los problemas de la monarquía que le siguió, para fugarse de Elba y reclamar el trono imperial. Inmediatamente el Reino Unido, Prusia, Rusia y Austria, principalmente, se reunirían en una alianza para contener las posibles intenciones expansionistas de Napoleón y poner fin al Imperio. Tal alianza se conoció como Séptima Coalición.

Puesto al tanto de esta alianza, Bonaparte decidió en principio negociar con la Coalición, sin embargo esta no lo reconoce como gobernante francés.

Desarrollo de los acontecimientos

Fracasada la opción diplomática, Napoleón opta por la opción militar. Esto es, invadir Bélgica antes de que la Coalición pueda reunir un ejército poderoso. La campaña se inició el 15 de junio de 1815, con la entrada de las tropas francesas en Bélgica, donde fue avanzando con relativo éxito.

El 16 de junio tuvo lugar la primera batalla importante, en Ligny, donde las tropas de Napoleón se enfrentaron al ejército prusiano, a las órdenes del Mariscal de Campo Gebhard Leberecht von Blücher.

Esta fue una victoria para los franceses, que pudieron avanzar sobre Bélgica, ya que simultáneamente Napoleón envió al ala izquierda de su ejército, comandada por el mariscal Michel Ney, para que bloquease el paso del resto de la Coalición, comandada por el Duque de Wellington, en el cruce de Quatre-Bras. Esta acción se conoce como la Batalla de Quatre-Bras.

El 17 de junio transcurrió con un episodio confuso donde tropas francesas intentaron perseguir a los prusianos que se retiraban. No tuvieron éxito, y los aliados pudieron reagruparse cerca de Waterloo.

Las acciones del día 18, según investigaciones, tuvieron lugar entre las localidades de Plancenoit y Braine d’Alleud, al sur de Waterloo. Napoleón se decidió por un ataque a hora temprana, a pesar del clima lluvioso y desfavorable. Wellington repelió el ataque, sin embargo el ejército francés avanzaba sólidamente.

Se considera que el ejército francés cometió el error de confiarse demasiado ante estos avances. Por una parte, debido a que las tropas de Wellington no resultaron tan fáciles de vencer como habían estimado. Por otra parte, el ejército prusiano de Blücher, que se había retirado de Ligny, llegó al final de la tarde para reforzar a la Coalición. Los franceses se vieron indudablemente superados, y al poco tiempo se batían en retirada.

Napoleón se retira del campo de batalla, huyendo a París, donde sería hallado por los aliados que marcharon sobre Versalles el 1° de julio de 1815.

Acontecimientos posteriores

Napoleón, luego de esta derrota, fue obligado a abdicar, esta vez de modo definitivo. Sería exiliado a la Isla de Santa Elena, en el Atlántico, donde moriría en 1821. En la cultura popular, el recuerdo de la Batalla de Waterloo se usa como ejemplo de grandes derrotas sufridas por guerreros en apariencia invencibles.