La invención de Morel

La invención de Morel es una novela escrita por el argentino Adolfo Bioy Casares, publicada en 1940 por la Editorial Losada, con prólogo de Jorge Luis Borges. Su argumento, en la misma tónica de “La isla del Doctor Moreau”, ha hecho que se haya adaptado en varias ocasiones para cine, teatro y televisión. Es con justicia, la obra más destacada del autor.

Algunos personajes principales

El personaje central del libro La invención de Morel es un hombre que sólo se identifica como el Fugitivo, ya que ni él mismo recuerda cómo se llama. Se encuentra en una isla con otros personajes, a saber: Faustine, Morel, Alec, Dora y otros. A estos personajes, el Fugitivo les da el nombre grupal de Los Turistas.

Género de la obra

La invención de Morel es definida normalmente como una novela fantástica, con elementos de ciencia ficción. El género de la novela en sí mismo es muy amplio, de modo que tampoco se considera justo encasillar la novela en algún tema particular. Tiene elementos psicológicos y sociales también. En el prólogo, Jorge Luis Borges afirma que se podía decir, sin exageración, que era una historia perfecta. Es justo también decir que Borges era muy buen amigo de Bioy Casares, pero siempre fue un severo crítico literario.

Resumen del libro La invención de Morel

Un hombre, que afirma en su diario ser un escritor venezolano con una condena de cadena perpetua, se ha dado a la fuga y se refugia en una isla desierta. Este hombre es conocido a través del relato como el Fugitivo, ya que afirma no recordar bien su propio nombre. Parece creer que se halla en una isla conocida como Villington. Llegó a la isla gracias a las indicaciones de un comerciante italiano que le habló de ella, no sin advertirle que la isla era el foco de una enfermedad horrible que “mata de adentro hacia afuera”. El pelo y las uñas se caen, y la gente no vive más de dos semanas.

El Fugitivo presencia la llegada a la isla de un grupo de personas, a los que considera turistas. Los recién llegados se instalan en un museo que había sido ocupado por el Fugitivo. Temeroso de que lo encuentren y lo denuncien, se mantiene oculto de ellos, aunque los espía a la distancia. Pronto fija su interés en una joven que se dedica, solitaria, a contemplar el ocaso. A falta de conocer su nombre, el Fugitivo la llama Faustine. De los turistas, destaca un hombre maduro y barbado, cuyo nombre es Morel, y parece una suerte de líder. Morel conversa con frecuencia con Faustine, pero el Fugitivo no está seguro de que tenga algún interés en ella.

Cuando decide abordar a Faustine, el Fugitivo se da cuenta de que la joven no parece percatarse de su presencia. Sin entender lo que ocurre, intenta conversar con los demás, obteniendo idéntica respuesta. Y para colmo, se percata que las conversaciones entre los turistas son repetitivas. Los fenómenos extraños se repiten, siendo el más notable la presencia en el cielo de dos soles y dos lunas. El Fugitivo cree estar volviéndose loco, y estar sufriendo de alucinaciones.

La revelación viene del propio Morel: El Fugitivo presencia un discurso donde el hombre declara a los turistas que ha inventado una máquina que es capaz de registrar y reproducir la realidad. Durante la semana previa había estado registrando las acciones de los que se hallaban en la isla. Morel declara que lo hizo para poder atrapar el alma de las personas y vivir para siempre con su amada. Se da cuenta el Fugitivo entonces que todas las personas que aparecen registradas están muertas. En la certeza de que él también morirá, el Fugitivo halla las notas de Morel, aprende a manejarla y se graba a sí mismo como si interactuara con Faustine siendo su amante.

Al final, deja una nota para algún visitante futuro que sea capaz de entender la máquina de Morel: que transfiera su alma y la de Faustine a un entorno común donde puedan estar juntos.



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1 respuesta

  1. juan pedro dice:

    ¿cuales son los GÉNERO Y SUBGÉNERO LITERARIOS de «La invencion de Morel»?

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