Las picaduras de pulgas y chinches
Las pulgas y los chinches son bastante molestos, sobre todo por su tamaño y su facilidad para meterse en cualquier lugar de nuestro cuerpo. Su labor consiste en picar para chupar la sangre. Son verdaderos militares y estrategas en su sistema de ataque.
Pican en fila, dejando en el cuerpo de dos a tres marcas. Una vez chupan la sangre necesaria, siguen avanzando por la zona que han elegido y prosiguen con el mismo procedimiento y el mismo objetivo final.
Normalmente los recogemos, o bien del suelo, o tocando elementos infectados de estos insectos, y eso hace que sean los pies y los tobillos los que tengan más probabilidad de tener este tipo de molestias. Si la mano ha sido el medio de traslado de estos insectos, tenemos todos los puntos para que lleguen a la cabeza y orejas.
Se sabrá donde están porque el picor que ocasionan dará la pista de por donde se localizan. Los tobillos son fáciles de localizar por la hinchazón que dejan y la rojez que se aprecia.
Su picada es muy molesta y sobre todo hay casos de transmisión de enfermedades como el tifus y la peste bubónica.
Remedios caseros:
- Bicarbonato con un poco de agua hasta que se consiga una pequeña emulsión que se deberá poner en la zona de la picadura. Con esto se conseguirá que baje la sensación de picor.
- Vinagre con un poco de agua. Con una gasa se pone en la zona afectada.
- Miel con limón. Unido el efecto ácido del limón con el bactericida de la miel, se hace una emulsión muy recomendable.
Cualquiera de estas tres soluciones te van a mejorar tu situación, pero puede que no te resuelvan el problema, ya que si la transmisión ha sido en tu propia casa deberás recorrer habitación por habitación para hacer una limpieza profunda por todos los rincones de las estancias. Será necesaria la utilización de bactericidas y productos de farmacia que puedan reducir rápidamente la proliferación de estos insectos, ya que de lo contrario puedes llegar a tener una plaga que requerirá una fumigación de toda la vivienda.
