Mastín Tibetano

El mastín tibetano, también conocido como dogo del Tíbet o Do-Khyi, es “el perro más costoso del mundo”, y no es una raza tan común fuera de Asia, ni en las exposiciones de Europa, pero en China es considerado como un símbolo de buen estatus económico.

La raza de perros mastín tibetano es de carácter fuerte y serio, pero más que todo hacia extraños, con una actitud equilibrada, digno y seguro de sí mismo. Desde pequeño el ejemplar debe conocer sus límites y reglas, y debe aprender a socializar para evitar agresividad hacia otros perros. El mastín tibetano suele ser protector y leal a las personas que lo han criado, por lo que es buen perro guardián. Debido a su gigantesco tamaño, es indispensable vigilarlo si interactúa con niños, ya que suele ser amistoso con los niños que conoce, pero puede ser un poco brusco.

Cabe destacar también que por naturaleza el mastín tibetano es independiente y no es una raza apegada. Aunque, como cualquier mascota, disfruta estar algo cerca de sus dueños. Un problema de esta raza puede ser que llegan a ser destructivos cuando están ansiosos, o si presentan una mala crianza, también pueden llegar a ladrar mucho, lo que llega a ser un poco molesto, esto se debe a sus instintos de guardián.

Características físicas del mastín tibetano

El pelaje de la raza de perros mastín tibetano está constituido por dos mantos. El manto externo es largo y grueso; el interno, suave, pesado y lanudo. Una melena cubre su cuello y hombros, y su cola tiene un pelaje pesado y abundante. Los machos suelen tener un pelaje más denso que las hembras. Los colores de su pelaje son: negro, marrón, rojo, gris, dorado, negro y fuego. Pueden presentar manchas arriba y alrededor de los ojos, a los costados del hocico, en la garganta, la parte baja de sus patas delanteras, en sus patas traseras y en su cola. Algunos mastines tienen manchas pequeñas y blancas en el pecho y en las patas, pero únicamente en estos lugares.

Su hocico es cuadrado y de gran tamaño y cuenta con una nariz bastante ancha, sus orejas no son tan grandes, son medianas, colgantes y tienen forma de triángulo, ambas están fijas a los costados del cráneo, éstas están caídas la mayor parte del tiempo, excepto cuando entra en estado de alerta. El cuello es arqueado, musculoso, poderoso, resistente: tal y como su cabeza que es  además grande y ancha, en ella se encuentran sus ojos medianos y de color marrón o pardo, estos tienden a ser muy expresivos y vienen en forma ovalada con una separación bastante considerable entre ellos.

Su cuerpo en general es robusto, grande y musculoso compuesto por sus cuatro extremidades las cuales son fuertes y están fijas, a su vez éstas están compuestas por sus patas, las cuales son compactas, resistentes y de gran tamaño. Su cola está abundada por un pelaje espeso, ésta es mediana o larga, y está enrollada arriba de su lomo, y su espalda es musculosa y recta.

Su peso ronda entre los 60 y los 85 kg. En cuanto a la altura, los machos miden entre 66 y 72 centímetros hasta la cruz, aunque la mayoría de los machos rondan entre los 70 y 72 centímetros habiendo pocos pequeños. Las hembras, en general, sí son un poco más pequeñas y miden entre 65 y 69 centímetros hasta la cruz.

Salud

Debido a su gran tamaño, la raza de perros mastín tibetano es propensa a sufrir enfermedades óseas, así como otro tipo de afecciones. Algunas de estas son: displasia de caderas, una afección donde el can sufre mucho dolor ya que el fémur se disloca; panosteitis, consiste en la inflamación de los huesos de las patas; hipotiroidismo, una enfermedad que disminuye la eficacia con la que trabaja la glándula tiroides, acompañada de una disminución en la producción de hormonas de este tipo; neuropatía desmielinizante hereditaria, es una enfermedad que ataca desde cachorro y está relacionada con el sistema nervioso, pudiendo ocasionar una parálisis en las piernas del perro, uno de los síntomas es la debilidad y la mayoría de mastines tibetanos que adquieren está enfermedad hereditaria mueren justo después del año.

La raza es propensa a la epilepsia y problemas de corazón. También sufren de problemas oculares y problemas en las pestañas, lo cual puede ocasionar malestar y problemas de visión. La dilatación-vólvulo gástrica es un problema gástrico al que son propensos también. La raza también puede sufrir de alergias en la piel que le causan comezón, lo que puede conducir a una infección bacteriana y traer manchas rojas en la piel. Sus oídos se pueden infectar crónicamente

Su esperanza de vida es de 10 a 14 años.

Un poco de historia

La raza de perros mastín tibetano es una de las razas más antiguas, con un origen que se remontó hace muchísimo tiempo, puede que alrededor del año 8.000 a.C., por lo que no se sabe mucho de su historia antes del año 1800. En sus primeros años de existencia la raza se desarrolló en el Himalaya, donde fue un animal de compañía y un perro de trabajo para los pastores a quienes ayudaba con su ganado y con su rol de guardián. En el Tíbet esta raza protegía templos budistas y también los hogares de los nobles.

A lo largo de la historia esta raza ha tenido varias menciones de parte de Aristóteles, el capitán Samuel Turner cuando usó la frase “perros gigantes” en su memoria y cuando Marco Polo dijo que el mastín tibetano es “alto como asno, y de voz potente como un león.” También fue adoptado por varios personajes famosos en Europa como la reina Victoria del Reino Unido y Eduardo VII, también del Reino Unido.

No fue hasta el siglo diecinueve que arribaron a Inglaterra y con el tiempo se fueron esparciendo hacia otros continentes. El primer club de mastines tibetanos se fundó en 1931, y la Segunda Guerra Mundial puso fin de manera temporal a la crianza de la raza, y no fue hasta 1976 cuando se continuó su exportación, por parte de criadores ingleses.

Con el pasar de los siglos está raza dio origen a otras razas como el San Bernardo, el Terranova y gran variedad de mastines. En 1950 dos mastines tibetanos fueron regalados al presidente de Estados Unidos, pero estos fueron llevados a una granja y no fueron vistos más. Luego, en 1970, se introdujeron varios otros mastines, en 1974 se fundó la primera asociación de esta raza en América y no fue hasta 2007 cuando fue por fin reconocida como una raza oficial.

Información a tomar en cuenta si decides tener uno

La raza de perros mastín tibetano requiere de ejercicio moderado y un área grande o mediana, preferiblemente una casa que cuente con un jardín o un espacio verde para que el perro pueda desenvolverse. Las casas o apartamentos de poca expansión no son el hogar ideal para un mastín tibetano. No es de las razas más activas, pero aun así hay que jugar con ellos a diario, unos veinte o treinta minutos, o sino, darle un paseo.

Raza mastín tibetano

La raza no se adapta bien al calor húmedo, aunque puede tolerar el seco. Prefieren vivir en lugares donde el clima sea frío o templado, pero durante el verano se les notará abatidos por las altas temperaturas, por lo que habrá que mantenerlos frescos. Desde cachorros deben aprender a socializar con otros perros para evitar criar perros extremadamente protectores o perros dominantes hacia otros canes. Puedes llevarlo regularmente a parques o eventos donde haya más perros y personas, o bien puedes invitar a alguien a tu casa para que aprenda que ciertas personas pueden entrar en su “territorio” sin necesidad de atacar.

La parte que requiere más cuidados de la raza de perros mastín tibetano es su pelaje. Afortunadamente, no es necesario cepillarle el pelaje todos los días, pero es recomendado hacerlo varias veces a la semana, día por medio, para ser más exactos. De esta manera se conseguirá un perro con pelo liso y sin nudos. Deberás usar un cepillo de púas metálicas porque su pelo se resiste bastante y va a ser muy tedioso tratar de cepillarlo con un peine común, este cepillo permitirá remover el pelo suelto y muerto. En cuanto a la muda, no es una raza que suelta mucho pelo y puede que no pase por la época de muda, dependiendo del clima en el que viva, pero en caso de que sí mude, deberá ser cepillado con más frecuencia.

Los baños no deben ser muy regulares, raramente lo necesitará bañar más de una vez al mes. Los mastines tibetanos no suelen tener olores desagradables. Sus uñas deben ser cortadas una o dos veces al mes, si escuchas que éstas hacen ruido cuando el perro camina, significa que están muy largas. Cuando revises si tiene pulgas o garrapatas, es mejor revisar donde el pelaje es más espeso. Por último están los oídos, estos deben ser revisados regularmente buscando signos de infección: enrojecimiento, inflamación, cicatrices. Los oídos pueden ser limpiados con algodón.

El carácter de este perro, como antes se mencionó, es fuerte y dominante, por lo que necesita de dueños aún más dominantes que se den a respetar por el ejemplar, para no tener problemas de agresividad y conducta. Es preferible comprar un cachorro por el simple hecho de que es más sencillo educar y adiestrar un perro a nuestra preferencia cuando es pequeño, y su carácter aún no está completamente definido.

La raza de perros mastín tibetano no es la mejor raza para una familia con niños pequeños, pero si hay niños más grandes sí se adaptará mejor. Puede que el perro sea un poco brusco con los más pequeños y aunque son pocos los casos donde los lastiman a propósito, debido a su gran tamaño, un empujón puede doler.

Otro punto importante es que un grito, aunque sea jugando, puede ser confundido por estos canes como un grito de auxilio y activa sus instintos protectores. También puede presentarse agresivo hacia niños desconocidos. En cuanto a mascotas: perros y gatos, el mastín tibetano se llevará bien con cualquier animal con el que haya sido criado, pero si se le desea introducir a un amigo de adulto, puede que lleve un tiempo en acostumbrarse.



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