Pequinés o Pekinés

De procedencia China, el perro pequinés, o pekinés, es una de las razas más exóticas del mundo. El origen de su nombre se debe a que vivió durante siglos en la ciudad de Pekín, sin expandirse por el resto del mundo.

Antiguamente, eran considerados una joya para las familias imperiales. Por lo que el asesinato, hurto o falta contra la raza, eran castigados.

Es un perro de compañía, de fuerte carácter y particular trato con otros perros y extraños. Su promedio de vida ronda los 12 a 14 años. Su alimentación deberá ser equilibrada, al igual que la actividad física. Su largo pelaje debe ser cepillado periódicamente.

Características físicas

El pequinés es un perro de contextura pequeña, patas cortas y cara plana. El hocico es chato y ancho, y está ubicado justo en medio de los ojos. Se destaca por su largo pelaje y sus grandes ojos saltones. Generalmente suele tener los dientes a la vista.

Presenta una cola ligeramente curva, peluda y un cuello ancho y corto.

En cuanto a las orejas, éstas poseen una gran cantidad de pelo, son de tamaño mediano y se mantienen caídas.

Si bien su cuerpo es de tamaño pequeño, es más pesado de lo que parece al alzarlo. Las hembras llegan a tener un peso aproximado de 5,5 kilos y los machos un promedio de 5 kilos.

Los machos tienen una altura que varía entre los 30 y 35 cm., medidos hasta la cruz, mientras que las hembras varían entre los 25 y 30 cm. El peso de los machos ronda entre los 6 y 9 kg., mientras que las hembras pesan entre los 6 y 8 kg.

Comportamiento y personalidad

El pequinés es un perro alegre y valiente. Es afectuoso y compañero y le encanta ser el centro de atención de su dueño, como así también, participar en todas las actividades del hogar.

Sin embargo, a menudo suele tener un temperamento dominante, testarudo e independiente. Puede ser difícil de manejar si no se le enseña desde pequeño a obedecer algunas reglas.

Si bien se adapta perfectamente a la vida en departamentos y espacios reducidos, es importante tener en cuenta que son perros ladradores y con un fuerte carácter.

En algunos casos, no suele agradarle el juego con niños, ya que se cansa demasiado de los manoseos o actividades prolongadas.

Si se le brinda la atención que necesita o es complacido en sus gustos, el pequinés puede llegar a ser muy cariñoso con su dueño.