Principales herramientas del Paleolítico
El Paleolítico es caracterizado como el primer y más largo período de la existencia humana en la Tierra. El nombre Paleolítico significa “Antigua Edad de Piedra”, y se debe al uso abundante de herramientas fabricadas a base de piedra. Pero también es cierto que es poco probable que el hombre haya utilizado herramientas desde el principio. Se estima una duración de este período en unos 2 millones 900 mil años.
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Antecedentes
El uso de herramientas por parte de los primeros representantes del género Homo estuvo precedido por millones de años de evolución; y se considera que uno de los eventos más significativos en este sentido fue la extinción de los grandes saurios, que se cree dio puerta franca a la evolución y diseminación posterior de los mamíferos. Estos mamíferos se fueron diferenciando, y una de sus ramas dio origen a los homínidos.
Materiales del Paleolítico
El material por excelencia en este período fue, como lo indica su nombre, la piedra. En particular un tipo de roca resistente llamada sílex. Con todo, no fue el único material para fabricar herramientas y utensilios; además, y probablemente incluso antes de la piedra, el hombre usaba madera y hueso, además de fibras vegetales y cuero, para ciertas prendas de vestir.
Herramientas del Paleolítico
La herramienta más conocida del paleolítico probablemente sea el bifaz, que era una herramienta muy rústica hecha de sílex toscamente tallado, pero con una reconocible forma de gota o almendra aplanada. La parte redondeada de la gota es por donde se sostiene la herramienta, mientras que los lados rectos que forman la punta tienen bordes afilados que se usan para labores de corte y raspado. Esto último es particularmente útil para trabajar pieles.
Bajo este principio, también se elaboraban cuchillos, puntas de lanzas y de flechas, además, raspadores más especializados. También se elaboraban rudimentarios buriles y perforadores, herramientas para trabajo grueso.
Los utensilios y herramientas de hueso también resultaban muy útiles, particularmente en casos en que la piedra se revelaba poco práctica para lograr ciertas formas. Las agujas, por ejemplo, concebidas para trabajar con pieles a una escala más refinada, se elaboraban de hueso, más fácil de manipular. Igualmente el hueso es un material que sirvió mucho para elaborar arpones y anzuelos para pesca. Otra arma arrojadiza, hecha de hueso, o de asta, es la azagaya, especie de lanza corta y puntiaguda. Se podía arrojar con la mano, pero con frecuencia se usaba un propulsor hecho de hueso para tal fin.
La madera probablemente fue el material que se usaba para las primeras armas, a saber, palos y garrotes. En etapas más avanzadas del Paleolítico su uso se trasladó al cuerpo de las flechas y lanzas, así como a los mangos de herramientas más avanzadas, como hachas y azadas.
Estos utensilios constituían un valioso apoyo a las principales actividades productivas de aquel período: caza, pesca y recolección; además del posterior procesamiento de los productos de esas actividades, bastante típicas de los grupos humanos nómadas característicos de aquellas sociedades.
Progresos
Es necesario tener presente que el nivel tecnológico del Paleolítico no se mantuvo fijo durante los casi tres millones de años que duró. Las herramientas se fueron perfeccionando a medida que transcurría el tiempo, pero siempre se mantenía aproximadamente el mismo esquema de herramientas toscamente talladas, sociedades nómadas y consumo de los alimentos según se iban hallando.
El cambio ocurriría hace unos 12 mil años, y no de modo abrupto. Los cambios en la calidad de las herramientas y el modo de vida humano empezaron a notarse, si bien no constituyeron algo claramente perceptible. Es por eso que se habla de un período de transición llamado Media Edad de Piedra, o Mesolítico.