Rinconete y Cortadillo
Rinconete y Cortadillo es una novela corta, contenida en el compendio “Novelas Ejemplares” del afamado autor español Miguel de Cervantes Saavedra, y publicadas en 1612. En el caso particular de esta novela, es posible que el autor la haya concebido antes, ya que un personaje de “El Quijote” la menciona antes de que se publicase.
Tabla de Contenido
Algunos personajes principales
La novela no menciona a demasiados personajes, pero los que más destacan son los dos jóvenes protagonistas: Pedro del Rincón y Diego Cortado. Otros personajes destacados son los integrantes de la cofradía de ladrones: el líder Monipodio, y algunos secuaces como Chiquiznaque y Maniferro, o las jóvenes Gananciosa y Escalanta.
Género de la obra
Atendiendo a la temática y al argumento de Rinconete y Cortadillo, se puede considerar que la narración se inscribe dentro del género de la picaresca: novelas y relatos que se desarrollan dentro del bajo mundo, donde los personajes, o la mayoría de ellos, exhiben un comportamiento desenfadado y moralmente cuestionable.
Estas narraciones tenían, o bien un propósito ejemplarizante, de donde se debía sacar alguna moraleja, o pretendían poner en evidencia los problemas, contradicciones e hipocresías de la sociedad de la época.
Resumen del libro Rinconete y Cortadillo
El relato se inicia en un puesto de venta de camino a Andalucía, donde se encuentran un par de chicos de apariencia humilde; ninguno de los dos debía superar los diecisiete años. Entablan conversación, y deciden hacerse amigos: sus nombres son Pedro del Rincón y Diego Cortado. Pedro es algo mayor que Diego, y aunque no dicen su edad, ambos son más o menos contemporáneos. En la conversación dejan ver que cada uno ha huido de su respectiva casa, en busca de mejores condiciones de vida.
Pedro llevaba consigo un viejo mazo de naipes, con el que ofreció enseñar a Diego el juego de veintiuna, y cómo hacer trampa en el mismo. De hecho, su primera peripecia fue jugar contra un arriero al que le ganaron buena cantidad de dinero, aunque el hombre quiso luego obligar a los chicos a que se lo devolvieran. Un grupo de caminantes que iban a Sevilla defendió a los dos muchachos, y estos decidieron acompañarlos a la ciudad. Sin embargo, Diego no dejó de robar discretamente a uno de ellos, cortando una de sus alforjas con un cuchillo.
Ya en Sevilla los dos jóvenes comienzan a trabajar llevando encomiendas de las tiendas a algunas casas, actividad que Diego aprovecha para robar a un sacristán. Este robo es percibido por otro muchacho, que se acerca a él para felicitarle por su habilidad, y sugerirle a ambos chicos que se unan al gremio local de ladrones, a las órdenes de un hombre llamado Monipodio. Más que sugerencia, era una imposición, ya que según dijo, no hacerlo era garantía de pasarlo mal.
Llegados a la casa de Monipodio, conocen a otros miembros del clan, principalmente al líder, que resulta gratamente impresionado de las habilidades de los chicos. Y como cada miembro de la banda debía tener un alias en vez de su nombre verdadero, los bautiza como Rinconete (Pedro del Rincón) y Cortadillo (Diego Cortado). En la guarida se enteran que había que pasar en la banda un año de noviciado, además de conocer el curioso código moral que permitía que los miembros se dedicasen a robar o a agredir gente por encargo, y al mismo tiempo observasen una serie de ritos religiosos y adoración a los santos.
La novela tiene un final abierto: concluye cuando se les asignan a los dos muchachos las tareas que habrían de cumplir, y del lugar de la ciudad donde lo harían. Se menciona que las aventuras de estos dos chicos debían ser relatadas en una novela posterior, que sin embargo, nunca fue escrita.