Viaje a Nueva York
Aunque las aventuras son divertidas, no hay nada mejor que estar con tus mejores amigos.
En el zoológico de Nueva Guinea el animal estrella era una tigresa, la más reconocida, un día el zoológico se mudó a Texas, pero la tigresa llamada Blanca quiso no estar más en el zoológico, y se fue a Nueva York. Y aquí les tenemos, damas y caballeros: Las Aventuras de Blanca en Nueva York.
3 de julio, el zoológico estaba partiendo del aeropuerto de Nueva Guinea rumbo a Texas, pero Blanca se fue a otro avión, su amiga Sandra la elefanta le decía que se quedara con el zoológico, pero Blanca no la escuchó y se fue.
Blanca llegó a Nueva York. Lo primero que hizo fue ir por un callejón para que nadie la viera, el callejón terminaba en una calle poco transitada, en la esquina había un parque y un niño gritó ¡TIGRE, TIGRE! y la tigresa se escondió.
Luego de muchas horas paseando por aquí y por allá, vio una carnicería al otro lado de la calle, y no aguantó, corrió hacia ella, pero control de animales la vio y se la llevaron a una jaula cerca del puerto.
Blanca no quería estar encerrada así que intentó romper la jaula, pero no pudo. Una grúa colocó la jaula en un barco camino a la exposición de animales exóticos y partió. Blanca llegó a la otra punta de Nueva York, donde era la exposición.
Modeló y salió en la revista G.D.A, que significa Galería de Animales. Luego de unos días se aburrió de estar enjaulada y se escapó. La G.D.A llamó a la policía para decir que había una tigresa suelta. La policía mandó patrullas para inspeccionar la ciudad. Hasta que la tigresa tomó un autobús y viajó hasta llegar a Texas.
Todo el zoológico se asombró de ver a la tigresa. Y Sandra, su amiga la elefanta, le preguntó: “¿y esa medalla?”. Blanca le respondió: “Me la gané en la Galería de Animales… ah y otra cosa, no tienen idea lo que pasé. Primero, control de animales me atrapó y me llevó al puerto, y de ahí me llevaron a la otra punta de Nueva York en un barco. Me gané esta medalla por modelar en la Galería de Animales, luego me escapé y tomé un autobús hasta llegar donde pertenezco, el zoológico”.
Los amigos estaban tan contentos que le hicieron una fiesta por su regreso, donde conversaron sobre su aventura en Nueva York y finalmente Blanca comprendió que aunque las aventuras son divertidas, no hay nada mejor que estar con tus mejores amigos. Y también hubo una sorpresa para la tigresa, el zoológico de Texas le había conseguido dos amigos, un tigre y una tigresa, luego poco a poco el zoológico se fue haciendo más y más grande.
Blanca le contó al tigre y a la tigresa lo que le había pasado en Nueva York. Después de un rato charlando se volvieron muy amigos los tres y se fueron a comer juntos. Luego de unos años Blanca y el tigre tuvieron bebés, fueron 5 en la familia y vivieron felices por siempre.